¿Se despegan los azulejos de tu casa y no sabes qué hacer?
La respuesta fácil es que falla la adherencia. No es mal punto de partida ya que una pieza de cerámica se despega cuando la capacidad adherente se ve superada por otra fuerza mayor. Primero hay que indicar algo que parece obvio pero que no siempre se tiene en cuenta: no es lo mismo cuando se produce la caída que cuando se produce el fallo de adherencia o despegue. Muchas veces encontramos pavimentos que están despegados total o parcialmente y en los que no se ha producido daño visible por la fuerza de la gravedad, o por el encaje de piezas, y hasta que no se produce una rotura, abombamiento en el suelo o un desprendimiento en una pared no se identifica el defecto. Así que estos fallos nos parecen más repentinos de lo que realmente son. Algunos se han estado fraguando desde el primer día de la colocación y no se muestran hasta pasados meses o años.
Incorrecta preparación de los soportes
La falta de adherencia inicial se puede producir por una incorrecta limpieza del soporte (pared, suelo) o de la pieza cerámica que hace que el adhesivo no agarre adecuadamente. Los soportes deben estar limpios de restos, polvo, grasas, etc. antes de aplicar el material de agarre (mortero o adhesivo).
Expansión por humedad
Los productos cerámicos, y en especial los de baja calidad o incorrecta cocción, pueden presentar aumento de volumen cuando adquieren humedad). Este hinchamiento produce esfuerzos en todas las direcciones lo que provocaría el fallo de adherencia.
Mala elección del adhesivo
Cada material y soporte requiere de la elección de un adhesivo adecuado a ambos. No es lo mismo un material porcelánico que un azulejo tradicional, tampoco es igual un paramento de ladrillo cerámico que el laminado de cartón-yeso. Hay que leer con atención las características técnicas de todos los materiales y comprobar que son compatibles y adecuados.