Cerámica reluciente: 5 trucos infalibles para una limpieza profunda
La cerámica, por su durabilidad y estética, es un material muy utilizado en diversos ambientes de nuestro hogar. Sin embargo, requiere de ciertos cuidados para mantener su brillo y aspecto original.
Este tipo de revestimiento es muy utilizado en los hogares, como es el caso de las baldosas y azulejos que se ubican en la cocina y en los baños y por ello se debe hacer una limpieza minuciosa cada cierto tiempo:
Eliminar los residuos: Aspira y barre el suelo con regularidad para evitar que se acumulen restos en la superficie de las baldosas. Las cerámicas son muy resistentes a la suciedad pero la arenilla y la arena pueden ensuciar su superficie
Elige un paño para limpiar: Un detergente suave (como el jabón para vajilla) y un trapo de tela suave es todo lo que necesita para limpiar en húmedo los suelos de cerámica.
Prevención de manchas: Si observas manchas en el azulejo o la baldosa, lo mejor es eliminarlas inmediatamente. Puede utilizar limpiadores comerciales para baldosas cerámicas.
Evita los restos de jabón: Si el piso tiene un aspecto un poco turbio u opaco después de pasar el trapo de tela, puede deberse a restos de jabón. Utiliza un limpiador natural que contenga vinagre y limón para eliminar la acumulación.
Mantén las baldosas secas: Por último, pero no por ello menos importante, seca los suelos de cerámica después de limpiarlos en húmedo. Dejar que los suelos se sequen al aire puede provocar manchas. Utiliza un paño limpio, suave y sin pelusa.
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